Aquí llega la Luna Llena en Escorpio
del año y es una excelente oportunidad para comprender lo que significa
esta cualidad de “fijo”, que describen a los signos activados por esta
lunación: Tauro-Escorpio-Leo y Acuario. Normalmente cuando hablamos de
“signos fijos”, queremos decir signos aferrados a lo tradicional,
cabezotas, testarudos, resistentes al cambio, y si bien esas cualidades
describen a algún aspecto de ellos, no necesariamente a su totalidad.
Lo tradicional en Acuario es el ser “no
tradicional” y luchar contra lo establecido, aún así este signo como
todos los signos fijos, necesita aprender a funcionar dentro del grupo y
su comunidad. Su lucha es aprender a encontrar la estabilidad dentro de
la inestabilidad de la vida. Leo aprende sus lecciones al tratar de
descubrir qué es “aquello” que lo diferencia de los demás y es
absolutamente único en él. Pero además necesita que se reconozca esa
originalidad para poder validarla ante sí mismo. Tauro, se re-descubre a
sí mismo, re-descubriendo lo tradicional y al tratar de mantener aquel
legado que le fue pasado de generación en generación. La cultura que ha
absorbido a través de la gastronomía, con sus sabores, aromas, colores,
la música, los rituales, etc. Escorpio es el que debe aprender la dura
lección de que todo en la vida llega a su final. Que todo está en
constante transformación y que por más que tratemos de mantener lo
conocido, periódicamente se desintegra ante nosotros mismos, forzándonos
a evolucionar, a CAMBIAR.
Cuando la Luna está en Esorpio en una
Luna Llena, el Sol va transitando el signo de Tauro en la posición
Tropical de los planetas, que es la que usamos los Astrólogos
occidentales. La angularidad Tauro-Escorpio es de una riqueza
extraordinaria, pues si bien pone el énfasis en la aceptación de la
evolución y el cambio en nuestras vidas (Escorpio) también nos recuerda
la necesidad de mantener nuestros valores más fundamentales (Tauro),
como lo son el respeto a los demás, a la diversidad, a las diferentes
culturas, la diferentes gastronomías que sólo enriquecen y embellecen
nuestra vida. Esta lunación forma una T-cuadrante exacta con Júpiter
(Zeus) y Juno (Hera). Marido y mujer. Arquetipos de las “Relaciones
Humanas”. Esto nos habla de nuestras creencias, nuestras dificultades y
desafíos en relacionarnos, en aceptarnos tal cual somos, en encontrar un
balance en nuestras diversas filosofías de vida y el hecho de que si
bien debemos mantenernos fiel a ellas, también debemos aceptar el cambio
y la integración.
Como las T-cuadrantes unen tres puntos
de la carta astral con dos planetas en oposición, en este caso, el Sol y
Luna, y otro (s) formando un ángulo recto (90º) a los otros dos
(Júpiter y Juno). Pero la “pata” que falta para que se forme una cruz,
normalmente describe el punto de balance para la tensión creada por la
T-cuadrante, en este caso está ocupada por Ceres en Acuario. Ceres,
Diosa de la Agricultura, la que alimenta al mundo, a quien hemos podido
ver en acción en estos días, en Nepal, no sólo en sus convulsiones pero
también en la unión del mundo en enviar alimentos a las víctimas de tan
terrible terremoto. Ceres que aunque a veces nos trae tragedias
inimaginables al simplemente suspirar, al mismo tiempo en sus
sobresaltos nos recuerda que la Tierra está viva. Tanto los terremotos
como las erupciones de volcanes, son el recordatorio que podemos seguir
viviendo aquí, porque el planeta todavía palpita, se retuerce, vive.
Ceres en Acuario nos fuerza a recordar “una vez más”, que este planeta
es de todos y aunque a tí te haya tocado nacer en un lugar y no en otro,
es una simple nimiedad.
Tauro y Ceres, nos hablan de nuestros recursos, de la necesidad de aprender a usarlos de una manera sabia y equilibrada.
Ceres forma un Gran Trígono (los tres
planetas separados por ángulos de 120º) con Mercurio y el Nodo Lunar en
Libra, poniendo un énfasis en la necesidad de la comunicación y la
aceptación del punto de vista ajeno.
La Luna forma un trígono a Neptuno y
Vesta, lo que nos ayuda a concentrarnos en disfrutar de actividades
creativas y humanitarias, que necesiten de toda nuestra atención y
dedicación. Si está dentro de tus posibilidades, busca la forma de
ayudar a las víctimas del Nepal, que necesitan de todos nosotros para
superar esta crisis.
Saturno, Neptuno y Mercurio también
forman una T-cuadrante, lo que puede ayudarnos a encontrar la forma de
comunicar nuestros sentimientos de una manera más concreta y resolver
situaciones que necesitan una pronta solución. La cuadratura
Neptuno-Saturno que nos acompañará “on-off” hasta finales del 2016, es
una lucha difícil y que nos trae la magnífica oportunidad de poder hacer
efectivos nuestros sueños, de dar forma a proyectos que creemos
difíciles de realizar. Como unen los dos signos que tienen que ver con
nuestras creencias, Piscis (Neptuno) y Sagitario (Saturno) nos están
describiendo claramente la necesidad de encontrar una solución a estas
luchas religiosas y conflictos de intolerancia como los que están
ocurriendo en los Estado Unidos y en todo el mundo.
Las cualidades más extraordinarias de
los signos fijos son la perseverancia, la estabilidad, la dedicación.
Sin ellas no podríamos realizar los proyectos que nos pide el alma y
levarlos a una excelencia que nos permita manifestar nuestra grandeza y
nuestra creativa. Sin ellas no progresaríamos ni evolucionaríamos.
El Sol va de camino al trígono exacto a
Plutón, lo que no ocurrirá hasta el 6 de Septiembre de este año, pero
desde Virgo. Estas son extraordinarias oportunidades para aceptar con
calma y madurez, los cambios que nos ha traído la vida en los últimos
meses y planear a partir de este punto en el que nos encontramos HOY,
que también es un momento ÚNICO en nuestras vidas.
Deja que el cambio corra por tus venas y usa tu creatividad para formar tu realidad de acuerdo a tus nuevas posibilidades.
Fuente: https://astrologiaarquetipica.wordpress.com/